Nuestras dietas toman como punto de partida los alimentos que están dentro del consumo habitual del paciente. Con esto, tratamos de no producir cambios drásticos en la alimentación. Usamos los alimentos que conviven en su entorno y nos adaptamos a las preparaciones culinarias de cada zona. Siempre se toma como referencia nuestra dieta mediterránea y se tienen en cuenta las recomendaciones de la OMS sobre una dieta equilibrada.

La dieta es una parte fundamental del proceso, sin embargo, no es suficiente para completar el tratamiento, por lo que asesoramos sobre qué tipo de actividad física debe realizar cada persona, con qué intensidad y cómo combinarla con la alimentación.

Los tratamientos puestos en marcha en los Centros Nutrifarma permiten obtener un resultado real, saludable y duradero.

SIN PRODUCTOS “MILAGRO” En nuestros tratamientos no interviene ningún producto. En lugar de esto, a través de una correcta planificación individualizada, basada en el estudio físico realizado previamente, modificamos determinados hábitos del paciente. La influencia en los hábitos alimenticios y de actividad física de cada paciente es clave para el éxito del tratamiento y, sobre todo, para su mantenimiento a largo plazo. Se realiza un seguimiento cada semana en el que además de evaluar la evolución del tratamiento, se forma al paciente en el aprendizaje de los hábitos adecuados.

COCINA SALUDABLE Aconsejamos al paciente para que ponga en práctica una forma de cocinar saludable a través de enseñarle a cocinar recetas saludables a través de nuestro chef.

TRABAJO FÍSICO El trabajo físico es otro complemento imprescindible de todas las dietas. Con la mayoría de las dietas se pierde masa muscular, ocasionando un perjuicio para la salud y un efecto negativo sobre la propia dieta. Pero no todo vale. En este caso, también es necesario tomar como punto de partida el estudio físico personal de cada paciente, para determinar las pautas que deberá seguir. Además, siempre que sea posible, se tratará de integrar este plan en las preferencias deportivas de cada persona y/o en las actividades de su centro deportivo habitual.

No hay una dieta establecida, depende de la evolución del tratamiento y de otros factores. También influyen tus condicionantes sociales (comidas de empresa, días de campo, bodas, cumpleaños y otras celebraciones). El tratamiento se confecciona conjuntamente entre nuestros nutricionistas y el paciente. El Nutricionista siempre tiene muy en cuenta la información que aporta el paciente. El estudio inicial es imprescindible, pero no suficiente. Cada semana se analiza el resultado de la anterior y se planifica la siguiente. Al finalizar el tratamiento, se presta un servicio de mantenimiento a través de un seguimiento periódico. Fruto de este seguimiento, hay una variación semanal de la dieta y del trabajo físico, y una nueva compensación entre ambas.